¿Razonar? No saben, no tienen argumentos para rebatir, Se pueden, y se deben, tener pensamientos distintos, pero se debe argumentar para tratar de convencer al adversario. Pero eso a esta gentuza es como pedirle peras al olmo.
Estamos ahora ante una situación inconcebible. Desde mi infancia, aprendí que Europa era el continente de la libertad, que era la cuna del Siglo de las luces. Ahora se persigue a los que ejercen su libertad de expresión, a los que venden libros “prohibidos” —aunque no exista una lista negra de esos libros—; a los que cuestionan la veracidad de un “holocausto”, donde los herederos de las supuestas víctimas son los únicos con el derecho a hablar y acusar, y donde el público sólo tiene la opción de decir sí al holocausto. Eso es 1984. Gracias a Pedro Varela y Ursula Haverbeck por luchar por la verdad y el uso de la razón en este mundo desquiciado.
¿Razonar? No saben, no tienen argumentos para rebatir, Se pueden, y se deben, tener pensamientos distintos, pero se debe argumentar para tratar de convencer al adversario. Pero eso a esta gentuza es como pedirle peras al olmo.
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No intentamos que nos las den, eso es imposible, solo que sepan que nos vamos a tragar sus sámaras.
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Estamos ahora ante una situación inconcebible. Desde mi infancia, aprendí que Europa era el continente de la libertad, que era la cuna del Siglo de las luces. Ahora se persigue a los que ejercen su libertad de expresión, a los que venden libros “prohibidos” —aunque no exista una lista negra de esos libros—; a los que cuestionan la veracidad de un “holocausto”, donde los herederos de las supuestas víctimas son los únicos con el derecho a hablar y acusar, y donde el público sólo tiene la opción de decir sí al holocausto. Eso es 1984. Gracias a Pedro Varela y Ursula Haverbeck por luchar por la verdad y el uso de la razón en este mundo desquiciado.
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