EL CORTE INGLÉS Y CASA DEL LIBRO VENDEN «MEIN KAMPF» Y LAS EDITORIALES REAL CATORCE Y GALAXIA DEL LIBRO LOS EDITAN.

Titular de la Vanguardia de Barcelona

La ‘lucha’ de Hitler sigue libre en España.

La ausencia de una edición crítica deja en manos de dudosos sellos la venta del libro.

LA VANGUARDIA 20 DE NOVIEMBRE DE 2016.-Jordi apenas parpadea cuando se le pide Mi lucha. Teclea en el ordenador y confirma: “Sí, nos queda uno. Bajo a buscarlo”. En la Casa del Libro del paseo de Gràcia, en Barcelona, la única edición en papel del libro que Adolf Hitler escribió en la cárcel en 1925 está en el almacén. “Es una editorial un poquillo facha”, se disculpa el empleado, que entrega un libro grande de tapa blanda. En la portada está el Führer con la camisa parda de las SA. El Mein Kampf está íntegro en castellano: tal cual, sin anotaciones ni comentarios.

El 31 de diciembre de 2015 los derechos de autor de Mi lucha —en manos del Estado de Baviera— caducaron. Y la obra pudo publicarse libremente. En Alemania, una edición crítica (con más de 3.500 anotaciones para contextualizar el original) se ha aupado entre los libros más vendidos. En España y en el resto de Europa intentaron hacerse con una traducción, pero no pudieron: el Instituto de Historia Contemporánea de Múnich, editor de la obra, contestó que llevarla a otros idiomas con el rigor científico necesario supondría un volumen de trabajo que no podía asumir.

Desde entonces, los grandes sellos españoles han optado por esquivar una obra incómoda. Y la reedición del libro que sirvió como base del nazismo ha quedado en manos de pequeños grupos —algunos de tendencia filonazi— que lo distribuyen, en papel y en formato digital, sin filtros.

La edición más amplia es la que venden, por 12 euros, Casa del Libro y El Corte Inglés.

Son “los únicos grandes distribuidores” que ofrecen una versión lanzada en mayo por Real del Catorce, un pequeño sello de Madrid. “Vips o Fnac nos dijeron que puede darles problemas”, explica su propietario, Pedro Sánchez. Y entiende que sus copias se escondan en el almacén. “Las librerías son incapaces de poner una torre de diez libros porque, como país, no estamos preparados. Pero hay que poder leer a Hitler o a Marx”.

Sánchez afirma que no le movió un fin ideológico, sino el negocio: “La clave era ser los primeros y ofrecerlo barato”. Tiraron 1.500 ejemplares. El empresario defiende su edición sencilla. “El público quiere el libro tal cual. Una introducción lo encarece”. Y agrega que “se va vendiendo” entre “gente normal, no politizada, que quiere saber lo que decía este señor”. En el copyright no solo aparece Real del Catorce, sino también el sello chileno Jusego. Sánchez dice que han utilizado su traducción. En 2003, Jusego lanzó una “edición sin fines de lucro” de Mi lucha. El libro está dedicado a los “59 mártires nacionalsocialistas caídos por la patria el 5 de septiembre de 1938”. Jusego ha editado otras obras de temática racial o ligadas al Tercer Reich.

En formato digital

La apuesta en papel de Real del Catorce convive con otra de Galaxia del Libro (Barcelona) que, según varias fuentes del mundo editorial consultadas, es “incompleta”. Aunque se ha reeditado este año porque los derechos son universales, “ya se venía comercializando”, insisten esas fuentes. 2016 también ha alumbrado ediciones digitales, con vocación ideológica, a favor y en contra. “El lector tiene ante sus ojos argumentos psicopáticos” que “arrastraron a la población germana hacia la autodestrucción”, reza una. También hay autoediciones, como la disponible en Tagus (plataforma digital de Casa del Libro).

Versiones más o menos piratas, fiables o tendenciosas han estado disponibles en espacios físicos y online pese a que la obra estuvo, formalmente, fuera del circuito legal durante 70 años. Uno de los epicentros de esa venta era la Librería Europa, objeto de procesos judiciales por apología del nazismo. Su propietario, Pedro Varela, afronta una petición de dos años de cárcel por editar y distribuir más de 4.000 ejemplares del libro a través de la Asociación Cultural Editorial Ojeda sin autorización. La Fiscalía le acusa de un delito contra la propiedad intelectual y reclama que indemnice al Estado de Baviera.

http://cultura.elpais.com/cultura/2016/11/18/actualidad/1479490580_029155.html

Y AHORA…¿QUÉ PASA CON EL JUICIO PENDIENTE A PEDRO VARELA POR EDITAR Y VENDER ESTE LIBRO?

El vendedor de Casa del Libro que nos vendió «Mi lucha» en Terrassa parpadeaba normalmente, no se llamaba Jordi (más elegantes que la Vanguardia preferimos ocultarlo en nuestro artículo que repetimos al final) y no hizo falta que lo fuera a buscar a la trastienda porque lo cogimos nosotros mismos de la estanteria, ya que estaba colocado a la vista en la sección de «II Guerra Mundial», nos lo metió en una bolsa y nos lo llevamos tranquilamente, como tendría que ser lo normal y como lo ha hecho mucha gente que lo ha querido leer.Llegamos a nuestro lugar de trabajo, escaneamos la portada, el ticket de compra y escribimos la nota que salió en este blog en agosto.

Nosotros sabemos que a la fiscalía no se le escapa ni una de lo que publicamos (a veces no leen muy a fondo, eso es verdad) por lo que damos por sentado que también aquel artículo pasó por el «gran hermano». Naturalmente, todo lo que publicamos lo hacemos sabiendo y deseando su lectura por parte de la fiscalía ya que hay mensajes directos para ellos y,precisamente, aquel estaba dirigido directamente al señor Aguilar. Oh! «Sorpresa«: Ninguna reacción sobre la venta de ese libro en las dos mayores superficies de España.

Con la noticia del El Pais ya es notoriamente público la venta de este libro en Casa del Libro y Corte Inglés, así que procedería a secuestrar los «Mis luchas» (aunque estén en la trastienda) como se hizo en Librería Europa, se entre a saco no solo a la trastienda, sino a casa del  Sr. Dimas Gimeno ( dueño de El Corte Inglés)  y se lleven lo habido y por haber destrozando puertas y sustrayendo dinero.

La fiscalía del Odio cierra Ediciones Ojeda, por la edición, entre otros, del libro en cuestión, pero ni se inmuta ante las editoras Galaxia del Siglo, Real del Catorce o la plataforma Tagus!!

Como vivimos donde vivimos, no tenemos la pretensión de que cien Mossos d’Escuadra entren a las trastiendas de todos los almacenes del Corte Inglés de España en busca de «libros prohibidos», ni que atemoricen a los dependientes de las librerías de Casa del Libro (aunque bien lo hicieron con las empleadas de Librería Europa), ni tan siquiera que clausuren  a esas editoriales que hacen lo mismo que hacía Ojeda, con que retiren los cargos contra Sr. Varela y le dejen ya en paz, nos conformamos, porque todos somo iguales ante la ley. ¿O NO?

NUESTRO ARTÍCULO DE HACE CUATRO MESES

Retamos a la Fiscalía del Odio a registrar todas las librerías de «La Casa del Libro» por vender el libro «Mi lucha» de Adolf Hitler.

 

Fotografía del libro «Mi Lucha» en la librería donde se ha adquirido .

Señor fiscal Aguilar, esté donde esté, haga lo que haga, corra usted a las librerías de «La Casa del Libro» y llévese todos los ejemplares de «Mi Lucha» que pille antes de que se agoten, pero no lo deje usted para mañana, use la misma eficacia que utiliza para la Librería Europa y precinte usted todas las librerías de ese grupo.

Tiquet de compra.

Se nos olvidaba: Que sus ayudantes comprueben todos los títulos de «La Casa del Libro», le advertimos que le llevará semanas, pero busque con afán, como lo hace con los pequeños comercios y editores.

No diga que no está usted avisado. Mañana queremos ver la noticia en la prensa: «La Fiscalía del Odio demuestra su imparcialidad clausurando todas la librerías de «La casa del Libro».

No se me despiste, Sr. Aguilar, si es que realmente su «labor» no es unidireccional.

ESPERAMOS.

(Después de cuatro meses continuamos esperando.)